COLOMBIA: MEDIO SIGLO DE LA CGT
Vistas: 1565

ACTUALIDAD //  Publicado el 15 de diciembre  de  2020  //  20.00 horas, en Bogotá D.C.

.

En mayo de 2021 cumplirá 50 años de vigencia la Confederación General del Trabajo (CGT) de Colombia. En medio de una crisis mundial y de estabilidad condicionada, el mundo de la producción y de las relaciones laborales queda sujeta a cambios imprevisibles. En ese marco cualquiera puede ser el más golpeado y eso, como ha sido recurrente a lo largo del periodo histórico llamado Modernidad, afecta con mayor rigor a los trabajadores y a sus organizaciones de defensa de derechos y reclamos de ampliación en la oferta de justicia e igualdad, propios del discurso y promesas del Iluminismo. La celebración que se aproxima permitirá poner de relieve los escenarios de reflexión y recuento sobre el camino recorrido por esta Organización, para nada corto como queda evidente. Al margen del acontecimiento la conducción de la entidad espera no solo mantener la unidad de acción con otras centrales del país y del ámbito continental y mundial sino, además, hacer sentir su voz en foros internacionales de su competencia, como lo es por ejemplo la OIT y otros espacios similares. La situación de riesgo en que se encuentra la humanidad plantea una necesaria participación de los trabajadores en los cambios que alterarán de manera definitiva el curso del mundo, la democracia y los derechos que se encuentran amenazados por demasiados factores y operadores de acechanzas.

.

Escribe: Rubén HIDALGO  (inglés  //  portugués)

.

Se considera que la CGT es en el ahora la organización colombiana de entidades sindicales que reúne el mayor número de afiliados en el país andino. La concepción que ha guiado su trayecto en la historia de esa sociedad se vincula en sus inicios con el pensamiento social de la Iglesia, para secularizarse luego en su evolución argumentativa, sin olvidar aquellas raíces en su preocupación por los menos dotados con los beneficios del referido proyecto moderno. Eso implicaba en la orientación institucional y a lo largo de las décadas siguientes a su fundación, una independencia manifiesta de toda capilla ideológica y de toda forma de extremismo disolvente. Esa voluntad incluyó la distancia vertical y la denuncia a toda forma de dictadura, incluida la de pensamiento que campea ahora en la región, con el atropello a las libertades. De igual forma se hizo con las que ensombrecieron América Latina en la historia reciente y que emergieron de los cuarteles, con nefasto resultado tanto en lo institucional como en el saldo de víctimas humanas y del estado de derecho.

.

Esa visión humanista hizo que la central sindical colombiana estuviese vinculada con la Clat (Central Latinoamericana de Trabajadores), que entre los años 60 y 90 del siglo pasado, guió a quienes dentro del sindicalismo latinoamericano se mantuvieron al margen de cualquier relato mesiánico -incluido el que convocaba a la lucha armada- para insistir en la búsqueda de toda reivindicación y protesta dentro del juego de las instituciones democráticas y del respeto a la diferencia. Es por eso que jamás adhirió ni se relacionó con la convocatoria del llamado Foro de Sao Paulo, en buena medida protagonista de más de un proceso de desinstitucionalización, incluso en el presente, entre los países de este lado del mundo. No obstante, sí se mantuvo hasta hoy en vínculo de acción con las otras organizaciones sindicales nacionales, aun cuando tengan una visión de lo social y político diferenciada del pensamiento de la CGT. La unidad de acción en defensa de los menos favorecidos ha sido de manera constante una de las consignas explicitas de la CGT, de acuerdo con sus postulados y a lo largo de su historia.

.

Julio R. Gómez (Q.e.p.d.) **

.-----------

En la actualidad la Organización está integrada en el Comité Nacional de Paro y ha participado con sus afiliados en las manifestaciones callejeras que se han desplegado en todo el país en el último año, aunque ha condenado sin retaceos el vandalismo y las acciones terroristas que desviaron el sentido inicial de las protestas convocadas desde el final del año anterior. Según la memoria en libro publicada por la CGT hace dos años, esta se define como humanista, de concertación, autogestionaria y autónoma, en enumeración puntual de los valores que, se asume, han guiado su accionar en su país de origen y en Iberoamérica. Su actual presidente es Julio Roberto Gómez, un dirigente que se inició desde la base a mediados de la pasada década de los años 70. En el inicio de esta larga historia la CGT tuvo destacados dirigentes que orientaron los primeros pasos. Estuvieron entre ellos figuras como Heliodoro Agudelo y Víctor Baena. Este último fue uno de los protagonistas del recordado paro nacional del año 1977, que marcó un antes y un después del sindicalismo colombiano en la aludida unidad de acción.

.

Esta central de trabajadores no solo ha evolucionado en la capacidad de inserción en el devenir y destino del país colombiano. También, sin que sus dirigentes históricos quizá lo hayan supuesto, ha cumplido en este medio siglo con una máxima de Hegel: “...progresar es avanzar conservando...”. No es necesario romper con todo lo del pasado para bien transformar el presente y el futuro. Esto es: ha mantenido la vitalidad institucional aportando a un “...sindicalismo de valores y principios...”, tal como reza en el eslogan de la entidad regional que es conocida como Alternativa Sindical de las Américas. Una institución de nuevo modelo que la CGT de Colombia ayudó a conformar, con sectores mayoritarios de fuerzas similares en México y Brasil, entre otros poderosos del continente de habla española y portuguesa. Esa llamada organizativa llega no solo en momentos de restricción productiva por el efecto pandémico, también por los cambios en los modos de producción y de prestación de servicios, que son inferencia y consecuencia de los impactos que generan las tecnologías de punta y las alteraciones en los hábitos sociales, de entender la política y de afrontar el consumo.

.

Víctor Baena L.
.----------

En el referido mundo en crisis del que la CGT se considera protagonista en la posibilidad de aportar criterios para las soluciones, arranca un nuevo ciclo histórico. Esa es una de sus expectativas en el umbral de una celebración para nada desdeñable en lo que hace al relieve de la experiencia y saberes acumulados sobre el hacer social y laboral, así como político de los colombianos en lo puntual y de los latinoamericanos en general. En su dirigencia actual se encuentra un núcleo de orientadores de base con formación tanto media como terciaria superior, articulada con aquellos que cargan con las tradiciones acumuladas y las sabidurías que estas pueden aportar. Se cumple aquí otra máxima que suele mantenerse en el ámbito académico: la articulación de la vivencia ex vetera con la renovación ex nova. Esto es, más o menos, que nadie puede sentirse tentado y quedar impune, en una pulsión eventual de “arrojar veteranos por la ventana”. La presencia joven en la orientación de la CGT señala no solo el paso del tiempo sino también el inevitable trasvasamiento generacional que cambia las perspectivas frente al entorno pero no el núcleo fuerte del eje de pensamiento: los valores estratégicos que pervivieron en medio siglo (aresprensa).

.

----------

VÍNCULOS : COLOMBIA: HALF A CENTURY OF DE CGT  //  COLÔMBIA: MEIO SÉCULO DA CGT  // TRUMP, ¡ESTÁS DESPEDIDO...!

 .-------------

** En la víspera, 25 de enero de 2021, falleció en la ciudad de Bogotá D.C. don Julio Roberto Gómez Esguerra, presidente de la Confederación General del Trabajo de Colombia (C.G.T.)y prominente dirigente sindical latinoamericano. Luchó durante más de cuatro décadas por los derechos de los trabajadores de su país y de América Latina. Paz y memoria para un gran líder social de esta parte del mundo. 
.