DOS DÉCADAS DE ARTBO
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PATRIMONIOS CULTURALES  //  ARTES VISUALES  //  Publicado el 23 de septiembre de 2024  //  18.30 horas, en Bogotá D.C.

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Regresa a Bogotá la feria de arte más importante de Colombia, con veinte años sobre la espalda, que pueden ser nada como dice la letra de un viejo tango, pero que es mucho en la promoción de las artes visuales del país cafetero y de su capital. En un acontecimiento como lo es la realización de esta feria debe resaltarse el aporte a lo que algunos denominan circulación de los productos que salen de los talleres y otros espacios de creación, así como también en el fortalecimiento de estas piezas entendidas como valor de transacción y cambio. Esto del valor de cambio si se entiende al arte como un producto secularizado e inevitable en el espacio de una Modernidad que no se resigna a ser “pos” sino que, por el contrario, reconoce al artista como un creador disruptivo y también como sujeto capaz de entender las lógicas del mercado. La concreción de esta iniciativa en el año 2004, apoyada en el músculo de la Cámara de Comercio de Bogotá se ha consolidado y, al tiempo, acredita con su juvenil experiencia paralela una madurez que recoge lo que iniciaron en el arte colombiano figuras que animaron el movimiento de estas labores culturales entre fines de los años 50 e inicios de la década siguiente. En ese marco emergieron figuras como Alejandro Obregón, Fernando Botero, Edgar Negret o Armando Villegas, entre tantos otros.

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Escribe: Néstor DÍAZ VIDELA

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Esta vigésima edición de la Feria no solo recoge esos antecedentes que dejaron los iniciadores de estos movimientos, ya con distancias marcadas en el tiempo, y también en los protagonistas que hoy están en cuerpo presente con sus obras, quienes renuevan la posta inevitable que dejaron sus predecesores. Vale traer entonces a consideración lo ocurrido en el pasado inmediato. En la edición del año anterior a este encuentro señero asistieron un número superior a los 25.500 espectadores con intereses diversos, desde los interesados en incorporar una obra a sus patrimonios, hasta los visitantes con valoraciones académicas y profesionales, además de coleccionistas, escasos aún y público en general, que no excluyó a los niños. Estos últimos no son simples espectadores, sino que participan de las visitas a las diferentes secciones feriales no solo por entretenimiento sino, además, con un eventual potencial de ser futuros artistas, no en pocos casos. Ese número de asistentes señala también que ya el arte visual no es solo para minorías.

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En efecto, la secularización de la mirada, de la mano con la educación y las tecnologías que impactan en todos los órdenes de la cotidianidad, obligan al enfoque crítico y de recepción de aquello que antes estaba vinculado solo con lo sublime -desde Kant- o un eventual absoluto, desde Hegel. Las teorías estéticas, con estos y otros pensadores, llegan inEsta vigésima edición de la Feria no solo recoge esos antecedentes que dejaron los iniciadores de estos movimientos, ya con distancias marcadas en el tiempo, y también en los protagonistas que hoy están en cuerpo presente con sus obras, quienes renuevan la posta inevitable que dejaron sus predecesores. Vale traer entonces a consideración lo ocurrido en el pasado inmediato. En la edición del año anterior a este encuentro señero asistieron un número superior a los 25.500 espectadores con intereses diversos, desde los interesados en incorporar una obra a sus patrimonios, hasta los visitantes con valoraciones académicas y profesionalcluso a concepciones como las de Benedetto Croce, quien sostenía que no hay arte feo, sino que, quizá, miradas sesgadas u obras inconclusas. El hacer recepción de la pieza de arte como un producto ayuda a profundizar la señalada secularización de las mentalidades (esto desde la perspectiva de Fernando Braudel), en tanto anima y ayuda a eso que los organizadores del encuentro llaman “circulación”, dicho así, sin demasiado soporte argumentativo. Tal circulación tiene en el potencial mercado del arte uno de sus apéndices más importantes. Lo que se sigue buscando ahora es que deje de ser un apéndice para que se convierta en un eje. El coleccionismo en tal sentido, si no es la última variable de la secularización, es al menos una de las más importantes.

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Otro de los antecedentes inmediatos, inscritos en la edición pasada, se registró con la presencia ferial en las salas de la metrópoli capitalina. Fueron siete muestras que pusieron de relieve, en uno de los enfoques, temas y nociones como la diferencia entre lo natural y lo artificial, en tanto dilema de difícil concordancia de visiones. También se abordó la experiencia local de minorías desde las artes visuales, experiencia de circulación que estuvo acompañada de dos curadurías. Otro espacio que enriqueció esta propuesta fue el de las salas itinerantes, con cuatro muestras, una de ellas en la Universidad Nacional. Es necesario subrayar que la edición previa del Encuentro 2024 tuvo, sumada a una asistencia masiva con un promedio diario de más ocho mil visitantes, la apertura en escenarios que incluyeron 45 galerías, 11 secciones específicas, más de 300 artistas con sus obras y 60 proyectos editoriales. Un conjunto con suficiente espesor como para imaginar que la convocatoria se consolida y los años transcurridos desde la primera edición justifican el esfuerzo de la Organización.

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Quedó expuesto que el arte en esta etapa de la Modernidad no es solo contemplación, sino que también es participación, mercado, disrupción, democratización y tecnología. También se abre un horizonte para nuevas propuestas en las que la inteligencia artificial (IA), tendrá mucho para señalar, tal como siempre lo ha hecho el impacto tecnológico. Es en este punto que resulta de nuevo necesario reportar al infaltable Walther Benjamin porque en su momento este pensador germano terminó de desmoronar la idea de lo absoluto para incorporar de manera sólida en lo conceptual tanto la experiencia del mercado como de lo técnico, considerándolos contenidos transversales de la creación en estas áreas. Sin esas afirmaciones argumentales, la fotografía, por ejemplo, seguiría siendo una especie de creación arrimada, pero de difícil aceptación, en estos textos de conocimiento y de placer hedonista que también es el arte, en contemplación que se incluye pero que ya no es exclusiva ni excluyente. La ruptura con lo absoluto y sublime le debe a Benjamin buena parte de la reflexión certera y actualizada sobre el arte en los tiempos que corren.

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En rigor y honor de verdad la experiencia ferial ha ido ampliando escenarios urbanos y contenidos. En este año las actividades que precedieron al gran encuentro que se realizará entre el 26 y el 29 de este septiembre, dentro del acostumbrado espacio de Corferias, tuvo realizaciones que se iniciaron en abril. En tal apertura de calendario y al promediar aquel cuarto mes de 2024 hubo el tradicional recorrido por salas de arte en fin de semana. Se llevó adelante este módulo del programa anual sobre áreas también tradicionales que concentran salas de exhibición, tal como lo son el Centro histórico, La Macarena, Teusaquillo, San Felipe, así como los espacios urbanos de Chapinero central y norte, En esta edición la programación incluye una didáctica y pedagogía sobre el diseño, considerado como parte de las artes visuales desde el surgimiento de la Bauhaus alemana y la reflexión del referido Benjamin, en su momento protagonista activo de la Escuela de Frankfurt y contemporáneo con la experiencia de aquella Bauhaus, en un periodo que abarcó el tiempo de entreguerras (aresprensa).

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VÍNCULOS : FILATELIA, ARTE VISUAL

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