MADURO Y UN LARGO BRAZO
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ACTUALIDAD  //  Publicado el 25 marzo de 2024  //  16.45 horas, en Bogotá D.C.

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De manera similar a lo que hacían en su tiempo los soviéticos y luego Vladimir Putin con su Federación rusa, pareciera ahora obrar la tiranía venezolana bajo la guía siempre dispuesta de la nomenklatura cubana y lo que queda de la gerontocracia que aún acompaña a Miguel Díaz Canel. Así también han operado en diferentes momentos de la historia reciente israelíes, iraníes, incluso ingleses, al igual que estadounidenses. Hay enemigos de los regímenes que, donde traten de esconderse, serán encontrados y ajusticiados con frecuencia sin la justicia que tanto invocan algunos de estos vengadores. Así lo afirmó alguna vez en una entrevista realizada en Buenos Aires el “súper espía” argentino Jaime Stiuso. Un alter ego de todos ellos es Vladimir Putin. El mismo que resultó ganador de antemano en las recientes elecciones rusas. La trágica realidad planteada con el atroz asesinato del exiliado venezolano Ronald Ojeda en Santiago de Chile abre un camino de incógnitas, todas ellas angustiantes para quienes puedan estar bajo la mira de aquellos que al parecer mueven esos hilos desde Caracas. Entre ellos el reconocido torturador Alexander Granko, uno de los jefes de la represión venezolana, ya en capilla por parte de los tribunales internacionales bajo señalamientos de crímenes de lesa humanidad.

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Eso es lo que pareciera que ocurrió en la capital chilena con el asesinato de este militar venezolano expulsado de las filas y desahuciado por el régimen. Él creyó estar a salvo en tierras australes y en el seno de una sociedad gobernada por la izquierda lúcida, no la hirsuta que campea en varios de los países iberoamericanos. Ese fue Ronald Ojeda, quien vistió uniforme de las fuerzas armadas bolivarianas para terminar después señalado como partícipe de un complot contra Nicolás Maduro y acusado de “traidor a la patria”. Así, un traidor a su país y al Estado, tal como de manera recurrente sucede con los adversarios del chavismo. El misterio que rodea este crimen plantea la posibilidad de una ejecución tercerizada con asesinos por encargo. En este caso por miembros del llamado “Tren de Aragua” o alguna mafia similar, que se sabe opera en Chile con diferentes modalidades, entre ellas el sicariato. Se sabe también que estos delincuentes mueven a sus asesinos por intereses propios y por mandato. Esas son las hipótesis que manejarían en principio las autoridades australes.

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Es bien sabido también que en estas retaliaciones suele estar presente en tonalidad gris la pedagogía cubana, la cual a su vez tomó en su tiempo los modelos soviéticos para poner freno a quienes ellos consideran peligrosos para la estabilidad propia. Eso es un predicado válido, pero no suficiente para ajusticiar y dar explicación a esos asesinatos por encargo. Lo único cierto por ahora es que la víctima creyó de manera ingenua que podía sentirse seguro mientras se mantenía distante de la tiranía chavista. Esas retaliaciones de venganza máxima relievan la oscuridad de procedimientos de esos gobiernos despóticos y no es el único del continente. Esto es así, aunque personajes de primer nivel en Caracas como Diosdado Cabello han negado cualquier responsabilidad en el asesinato. Es que también resulta claro que eso es lo primero que dicen los victimarios cuando tienen tanto que esconder al mundo. Ojeda fue sacado de su vivienda en el sur de Santiago en horas de descanso y en ropa interior.

Secuestradores que operaron encapuchados, con vestimenta de la policía local de investigaciones. La operación quedó registrada en video y la autoridad santiaguina dice tener identificado al menos a parte del comando criminal. La mano de Venezuela y lo aprendido por la tiranía de Caracas desde la base cubana, toman el modelo de lo que hacía en su tiempo la Unión Soviética y, desde Putin, como poder despótico de la Federación rusa. Esto sin dejar de lado que lo señalado ha sido parte de la tradición cultural, en dimensión siniestra del país euroasiático, en el cual reinaron los zares con procedimientos parecidos y acordes con su tiempo. Un ejemplo de ello fue el mítico Miguel Strogoff, que retrató Julio Verne. Lo cierto ahora es que parte de las pistas que manejaría el gobierno austral lleva a señalar que hubo un crimen por encargo. Las sospechas sobre el largo brazo de retaliación, desde Caracas, no puede descartarse. Esto debido en parte a que gobierno chileno es de una izquierda lúcida, así como ha sido y es la izquierda uruguaya.

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El asesinato serviría además para crearle dificultades de seguridad a Santiago, que rechaza autoritarismos mesiánicos y por ello no es descartable una acción en esa dirección de la tiranía venezolana. Si bien el gobierno chileno parece tener identificados a los responsables de la acción de retaliación, las hipótesis sobre la responsabilidad del asesinato van más allá de un interés localizado en Chile. En La Moneda no rechazarían la idea de un largo brazo de la satrapía caraqueña, que pueda crearle dificultades a alguien que no aparece como subalterno internacional de cubanos, nicaragüenses o venezolanos. Lo cierto por el momento es que la víctima tuvo la ingenuidad de suponer que al partir a tierras australes estaba a salvo de un asesinato por encargo. Eso además de desestimar un largo brazo de quien está bajo la mira de tribunales internacionales por crímenes de lesa humanidad, con algunos de sus compinches locales y los de Managua. Tal es lo que ocurre con quienes están entronizados en Miraflores y, casi con certeza, se impondrán en las “elecciones” programadas para julio con veto contra María Corina Machado.

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De tal forma que Ronald Ojeda pagó con su vida el no advertir que, tal vez, el brazo que lo buscaba, entre ellos el vengador de Alexander Granko, jefe de la inteligencia venezolana, es suficiente en su extensión para ajustar torcidas cuentas y, por carambola, crearle problemas a un gobierno para nada amigo de las tiranías de cualquier signo. Eso es lo que ha demostrado ser la administración de Santiago. Es indudable que lo sucedido le crea ruidos a la gestión de Gabriel Boric, buscando generar terror en los adversarios de unas elecciones venezolanas que ya estarían definidas por anticipado. El sector donde se encontró el cuerpo de la víctima, Maipo, es reconocida como área de operaciones de la delincuencia venezolana asentada en aquel país. Los alcaldes de esa zona reclaman atención ante la erupción delictiva en un sector urbano cercano a la capital andina. Quienes sufren la adversidad venezolana desde el exilio saben ahora que deben ponerse a resguardo de ese probable largo brazo que pretendería neutralizar a sus contradictores (aresprensa).

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VÍNCULO : ARGENTINA, DEMASIADOS LOCOS SUELTOS

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