ACTUALIDAD  //  ÓRBITA FÚTBOL  //  Publicado el 18 de marzo de 2025  //  16.00 horas, en Bogotá D.C.

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Las piernas sudamericanas que más atraen vuelven a un primer plano de atención con el reinicio de las jornadas eliminatorias al mundial de Norteamérica. Aún queda un camino y un tiempo por recorrer para asegurar lo que resta en la aspiración de clasificar, sin tener que acudir a un incierto repechaje, más incierto que los cambios en la vigente tabla de posiciones, la que tiene por ahora a la cabeza a los campeones del mundo. Los de Lionel Scaloni están tranquilos como abanderados de coyuntura en el grupo de los cinco primeros, pero deben enfrentar a Uruguay y Brasil en los compromisos inmediatos de la semana que despunta. Puede pasar cualquier cosa, porque así ocurre a menudo en este tipo de certámenes y en general en este deporte, pero ahora todo es mucho más acucioso. En parte porque todos desean vencer al grupo de Messi, esté o no esté el astro en la cancha. El equipo cabeza de tabla debe ratificar de manera cruda las razones por las que ocupa ese sitio de abanderado y el duelo deportivo por partida doble es con sus mayores rivales de siempre. Por debajo del punto medio de la tabla, tanto Venezuela como Bolivia mantienen expectativas posibles de una eventual clasificación.

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Los orientales del río de la Plata se medirán en campo propio con los vecinos de la margen occidental del ancho río, en uno de los clásicos australes. Eso será el 21 de marzo, un día después de que despegue la jornada de doble faz. En efecto, el 20 del mes que avanza los brasileños enfrentarán a los colombianos en terrenos del scratch. Esta es otra rivalidad que crece hacia lo clásico y, como se sabe, los cafeteros ya no creen en el patronazgo de los grandes ni de sus jugadores rutilantes. En esa misma fecha de partida los ecuatorianos esperarán en casa a los crecidos venezolanos, que hacen una buena campaña y son candidatos a clasificar por primera vez a un mundial. En otro partido de arranque, bolivianos y peruanos definirán permanencia por debajo de la mitad de tabla, posición en la que los peruanos están más comprometidos porque ocupan el último puesto de diez posibles. Los del Altiplano están acomodados por ahora en la octava posición y aún con posibilidades de ascender, para acomodarse entre los privilegiados que están por arriba de la media.

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Otros dos que aspiran a mejorar posiciones son Paraguay y Chile. El primero viene de alzarse con un inesperado triunfo ante Argentina en Asunción. Ocupan ahora para una nada despreciable sexta posición, en tanto que sus rivales del otro lado de loa Andes están en la casilla novena, apenas con dos puntos por encima de los coleros. El derrumbe de estos dos equipos en la Eliminatoria y el panorama que se les presenta, tiene el gris oscuro de la catástrofe. Pocas veces en lo reciente han estado tan por debajo de las expectativas, si se compara con el papel protagonizado en procesos anteriores y cercanos en el tiempo. Las hinchadas y periodistas de los dos vecinos andinos piden cabezas de jugadores y de directivos de las federaciones correspondientes. Las expectativas previas a estos dos compromisos están a favor de bolivianos y paraguayos. Pero, tal como queda demostrado con frecuencia la historia del fútbol, nadie está perdido antes de los encuentros. Estos son los que ponen las cosas en su lugar. Es por eso que, en el otro extremo de las angustias, Argentina nada ha ganado ante un Brasil apenas quinto entre los posicionados.

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Los brasileños están a siete puntos del puntero y dos triunfos seguidos en estas fechas, que retoman la Eliminatoria en su último tramo, le permitirían el ascenso que buscan y le bajaría decibeles a la crítica que enfrenta el técnico Dorival Junior. Claro, esto se lograría si además de remontar tropiezan los otros que están por encima del pentacampeón. Pero en esta jornada de dos fechas los de Dorival tienen un par de huesos duros de pelar pues debe enfrentar primero a los colombianos, que llegan con buena mochila a pesar de que no han sido afortunados en los últimos partidos previos de la serie. Luego, los de la quinta posición serán visitantes del patio argentino. Nada es fácil en este segmento para ellos, ni siquiera si hubiesen podido contar en el juego de los once presentes en la cancha a una de sus mejores jugadores, tal como lo es Neymar. La pelota rodará entre los mejores pies y piernas, cotizadas en millones de dólares, para seguir firmes en la disputa por el cupo al Mundial. Nadie regalará nada en esta etapa final en donde medio punto -dicho en metáfora- es válido para llegar a cualquier puesto por arriba de la mitad.

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Será en la primera página del ida y vuelta de la jornada que los brasileños se verán caras con los cafeteros. Eso será este 21 inminente, después viajarán a Buenos Aires, para el partido programado apenas cuatro días más tarde. La capital argentina tendrá un gran plato futbolero, en medio de tantas crisis sobrevinientes de las últimas semanas, por las que atraviesa este país. Por su lado, los uruguayos en la segunda página de la jornada subirán al Altiplano para definir acciones con los bolivianos, En la misma fecha, 25 de marzo, los chilenos recibirán en Santiago a los ecuatorianos, que antes de los partidos figuran terceros por debajo a solo dos puntos del segundo, que es el equipo de la vera oriental del Río de la Plata, el mismo que enfrentará a los argentinos en el trámite enunciado. Venezuela en la misma jornada recibirá al hoy por hoy golpeado Perú. Al tiempo que Colombia definirá suerte en Barranquilla con los guaraníes. Está claro que la tabla se reconformará a la vista de este cuadro previo.

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Pero entre los cinco que disputan por el boleto directo a Norteamérica, los que menos parecen inquietarse son los dos primeros. El drama estaría desde ese segundo puesto al quinto y algo más abajo, quizá hasta la octava casilla. Allí, donde por ahora están acomodados pero incómodos, Bolivia, Paraguay y Venezuela. Quedan apenas cuatro etapas por cumplir en estas eliminatorias sudamericanas, de tal manera que para algunos de los países competidores las esperanzas se irán atenuando a partir de esta jornada definitiva. Es probable que los equipos de Ricardo Gareca y Óscar Ibáñez ya estén resignados a cancelar la ilusión. El primero quizá permanece por inercia al frente del equipo de la estrella solitaria, en tanto que el otro argentino que conduce al Perú desde el mes pasado, bien podría ser un recurso de orientación para el futuro inmediato de una selección inca que plantea una necesaria renovación. Esto para tratar de superar las frustraciones que, tampoco en este caso, pudo evitar el mismo Gareca que ahora sufre en Santiago (aresprensa).

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VÍNCULOS : ARGENTINA SIGUE AHÍ  //  CHILE, PERÚ Y URUGUAY: VESTUARIOS EN LLAMAS

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